La cúpula de la CEOE aplaude el discurso firme de Garamendi con Díaz: «Es el camino que hay que seguir»

Antonio Garamendi, presidente de la CEOE, ha conseguido con su firme discurso de este martes en la Asamblea anual el apoyo de quienes han sido más críticos con su forma de llevar hasta ahora la relación con Yolanda Díaz, ministra de Trabajo, y con el resto del Ejecutivo. «Éste es el camino que hay que seguir. El Gobierno ha visto que nos hemos mantenido firmes y duros con la reducción de la jornada laboral y han cambiado y han dejado los ultimátums y están negociando. Así tiene que ser con todo», señala uno de los tradicionalmente críticos.

«Ha hecho el discurso que tenía que hacer ante la situación en la que nos quiere llevar Yolanda Díaz. Teníamos que decir el coste para el empresario de reducir la jornada, que son 12 días más de vacaciones pagadas, pero sin insultar a nadie ni faltar el respeto a nadie porque no es nuestro estilo», opina uno de sus fieles.

Garamendi ha conseguido con este discurso aunar a críticos y fieles. «Incluso Josep Sánchez Llibre, presidente de Fomento del Trabajo, ha sido el primero en levantarse a aplaudirle», asegura un testigo. En la noche del lunes, los vicepresidentes de la CEOE fueron citados por Garamendi a una cena previa a la celebración de la Asamblea. En esa cena, incluso Sánchez Llibre mostró su enfado con Trabajo y cerró filas con Garamendi.

El presidente de Fomento presentó a una candidata alternativa a Garamendi en las elecciones de noviembre de 2022, Virginia Guinda, alegando falta de pluralidad en la patronal. La victoria de Garamendi en las elecciones fue aplastante y, aunque mantuvo a Sánchez Llibre en una de las nueve vicepresidencias de la organización, le dejó sin ninguna competencia interna. Fue el único de todos los vicepresidentes que tenía la cartera vacía. Miguel Garrido, de la patronal de Madrid, Ceim, ascendió a vicepresidente primero.

Las críticas no han sido sólo de Sánchez Llibre. Firmar la reforma laboral en diciembre de 2022 con Yolanda Díaz fue aceptada internamente, pero de puertas para afuera muchos alzaron la voz. Se plantearon candidaturas alternativas a las elecciones, además de la que finalmente articuló Fomento, porque se criticaba que Garamendi hubiese dado ese empujón político al Gobierno con la foto de la firma de la reforma.

«Tradicionalmente ha sido menos duro en sus declaraciones públicas y en sus negociaciones con el Gobierno. En el discurso del martes ha estado firme, que es como tenemos que estar porque el enfado entre los empresarios es muy alto. ¿Qué es eso de dar ultimátums en una negociación? ¿Qué es eso de meter a unos amigos de la mujer del presidente del Gobierno en la mesa del diálogo social? Que no es para dividir a los empresarios, es para hacer un favor a unos amigos», asegura un miembro de la cúpula.

Garamendi ha llegado a asegurar en su discurso que no han pedido un sitio en la mesa de diálogo social porque  «nosotros somos el diálogo social desde hace 47 años, con UGT y CCOO». Y ha lanzado un dardo al asegurar que «nosotros no somos amigos de nadie», en referencia a la decisión del Gobierno de cambiar la ley para meter en la mesa del diálogo social a Pimec-Conpymes, patronal de las pymes rival de CEOE que fue amadrinada en 2021 por Begoña Gómez, mujer del presidente, Pedro Sánchez.

Pese a la firmeza, Garamendi ha dejado claro que no se levantarán de la mesa de negociación de la reducción de la jornada laboral, pero que no aceptarán «trágalas» ni «ultimátums». La falta de apoyo de Junts y del PNV a esa reducción de la jornada ha obligado a Yolanda Díaz a dar marcha atrás de su ultimátum a la CEOE y sentarse de nuevo a negociar con los empresarios.